Consejos para cuidar la voz

Nuestra voz es la herramienta más poderosa que tenemos. A través de ella nos comunicamos, sentimos, transmitimos, cambiamos. A nosotras mismas y al mundo. Pero -“¿y si siento que mi voz no debería ser así?»

Más allá de escuchar nuestra voz en una grabación y pensar -“¿Así sueno cuando hablo?”– podemos sentir que nuestra voz no nos representa. Quizá suene más grave de lo que nos gustaría -“Buff, parece que tengo voz de camionero” -(con todo nuestro respeto al gremio), por el contrario demasiado aguda “¡Menuda voz de pito!”

A veces nuestra voz se entrecorta y aparecen “gallos” o suena ronca y rasposa. En ocasiones queremos gritar, pero no podemos y en otras no controlamos el volumen con el que hablamos. En cualquier caso, no suena como una voz “normal”. Si esto te está pasando, cuidado, podrías tener una patología vocal.

Son muchas las profesiones que utilizan la voz como principal herramienta o medio de trabajo: madres, periodistas, cantantes, actrices, maestras, teleoperadoras, enfermeras, médicos… Por ello, son muchas las mujeres que tienen una patología vocal. Pero -«¿Qué es eso de patología vocal?»– Pues bien, cualquier alteración de los parámetros que componen la voz: timbre, tono, intensidad. Pero tranquila, hay diversos factores que influyen sobre una buena calidad vocal y que puedes mejorar.

Consejos para cuidar la voz

Voz logopedia Leganés

Claribel López Rodríguez neurologopeda de nuestro centro Cuarto de Contadores, con experiencia en patologías vocales, os cuenta los factores que tenemos que tener en cuenta para cuidar la voz

  • La respiración y la voz: Algo tan simple, que realizamos de manera automática y a la vez tan importante. La voz es un chorro de aire que sube desde nuestro diafragma y al pasar por nuestras cuerdas vocales las hace vibrar produciendo un sonido. Si nuestra respiración es superficial o torácica, si respiramos oralmente, si existe algún impedimento para el correcto paso del aire o para la regulación de su salida, nuestra voz puede verse afectada.
  • La articulación y la voz: Para que el sonido vaya más allá de nuestras cuerdas vocales debe abrirse paso por nuestro cráneo y servirse de los resonadores. Si nuestra articulación del lenguaje está afectada por un problema orgánico en el velo del paladar, en el paladar óseo, en los dientes, en la lengua, en los labios, la mandíbula, en la nariz… la salida del sonido no será la adecuada y por tanto tampoco lo será nuestra voz.
  • La alimentación y la voz: La calidad de los alimentos que ingerimos influye en nuestra digestión y por tanto en los ácidos gástricos que generamos. Estos ácidos producen unos vapores que suben por el esófago llegando a la faringe y a la laringe. Si la digestión es muy pesada, los ácidos son más fuertes y estos pueden dañar la mucosa que protege nuestras cuerdas vocales y que es la encargada de la vibración que produce el sonido. Alimentos que contengan cafeína, azúcares, ácidos, bebidas carbonatadas, mentol, etc. pueden dañar nuestra voz.
Voz logopedia Leganés
  • Los tóxicos y la voz: Existen diferentes sustancias que pueden dañar a nuestras cuerdas vocales. Tabaco y alcohol son los principales tóxicos dañinos. Pero cuidado con nuestro alrededor: lejías, productos de limpieza, ambientadores, colonias y perfumes, maquillajes…estos productos tienen químicos que inhalados de manera constante pueden dañar nuestro aparato fonador irritándolo.
  • La temperatura y la voz: Tanto del ambiente como de los alimentos. Pasar en verano de los 40ºC del asfalto madrileño al fresquito del aire acondicionado es un cambio drástico que respiramos y va directo a nuestro aparato fonador. Beber un café muy caliente cuando la temperatura ambiente es muy baja puede ayudar a calentar nuestro cuerpo, pero irrita la mucosa de la laringe.
  • El descanso y la voz es el resultado de la interacción de muchos músculos, ligamentos y articulaciones. Como cualquier otro músculo, necesita un descanso. Si pasas 8 horas en el trabajo hablando, la charla del café, la llamada de teléfono importante más contar cómo te ha ido el día cuando llegas a casa suma un total de 11 horas al día utilizando tu voz. Si sólo descansas entre 7-8 horas deberás buscar periodos de reposo vocal donde dar una tregua a tus cuerdas.
  • Si ya controlas todos estos factores y sigues teniendo una mala calidad vocal, entonces debes acudir al especialista. Hay factores hormonales, congénitos, hereditarios, orgánicos y funcionales que pueden afectar a tus cuerdas vocales produciendo nódulos, pólipos, edemas, parálisis de cuerda vocal, sulcus entre otros. Acude a un otorrinolaringólogo para que realice una exploración de tus cuerdas vocales y una valoración acústica de tu voz. En base a dicha exploración, deberás consultar a un logopeda con experiencia en patología vocal para realizar una buena reeducación de tu voz.

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