De cada 10 personas que llaman a nuestras puertas buscando ayuda para el estrés o la ansiedad, sólo dos son hombres. 8 de cada 10 son mujeres.

Con estos datos, bien se podría pensar que las mujeres somos carne de cañón al estrés o la ansiedad, sin embargo, hay investigaciones que demuestran que no hay tanta diferencia entre hombres y mujeres.

Una de estas investigaciones viene de la Universidad de Michigan (publicada en Frontiers in Public Health), y dice que los varones son hasta 50% más susceptibles al estrés a largo plazo que las mujeres.

-«¿Entonces por qué Cuartodecontadores tiene más consultas femeninas que masculinas?»

-«¿Será un factor demográfico o es que el cerebro masculino es diferente del femenino y por eso no manifiesta el estrés?»

Mito! El cerebro masculino no es diferente del femenino

Allá por el siglo XX (vayáis a pensar que hace tanto!), se hicieron estudios para ver si era cierta esta teoría de las diferencias. Eureka! Encontraron una estría terminal que resultó ser más pequeña en las mujeres que en los hombres. -«Ya tenemos la diferencia!»

No tenía que ser suficiente porque hace poco, se constituyó un equipo de científicos suizos, alemanes e israelíes para buscar la demostración definitiva. -«¿Conclusión?» Si pusiéramos 100 cerebros, uno al lado del otro, no encontraríamos diferencias que determinaran si el cerebro era de un hombre o de una mujer. -«¡No había distinciones de volumen ni de niveles de conectividad!».

-«¿Sabéis lo que esto significa? ¡¡Que el molde del hardware es el mismo!»

¿Entonces por qué hay más casos reconocidos de estrés o ansiedad en mujeres que en hombres?

Ya sea porque las neuronas del cerebro masculino se adaptan a las situaciones de estrés reduciendo el número de receptores CRF (hormona de liberación de Corticotropina u hormona del estrés) o porque los hombres asumen roles del propio género masculino, donde dar visión a las emociones o a los pensamientos es publicar la debilidad o la falta de resolución.

Sea por lo que fuere, lo que sí hemos observado en nuestro reducido pequeño estudio es que los hombres que llaman a nuestras puertas llevan menos tiempo con estrés o ansiedad, tal vez por ese carácter resolutivo del que os hablaba, que les hace pedir ayuda cuando notan que la situación requiere de medidas de mayor contención.

-«¿Conclusión? El estrés y la ansiedad afectan tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, las respuestas que desarrollamos son diferentes!

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