A veces nuestra voz se entrecorta y aparecen “gallos” o suena ronca y rasposa. En ocasiones queremos gritar, pero no podemos y en otras no controlamos el volumen con el que hablamos. En cualquier caso, no suena como una voz “normal”. Si esto te está pasando, cuidado, podrías tener una patología vocal.
Consejos para cuidar la voz
Claribel López Rodríguez neurologopeda de nuestro centro Cuarto de Contadores, con experiencia en patologías vocales, os cuenta los factores que tenemos que tener en cuenta para cuidar la voz
- La respiración y la voz: Algo tan simple, que realizamos de manera automática y a la vez tan importante. La voz es un chorro de aire que sube desde nuestro diafragma y al pasar por nuestras cuerdas vocales las hace vibrar produciendo un sonido. Si nuestra respiración es superficial o torácica, si respiramos oralmente, si existe algún impedimento para el correcto paso del aire o para la regulación de su salida, nuestra voz puede verse afectada.
- La articulación y la voz: Para que el sonido vaya más allá de nuestras cuerdas vocales debe abrirse paso por nuestro cráneo y servirse de los resonadores. Si nuestra articulación del lenguaje está afectada por un problema orgánico en el velo del paladar, en el paladar óseo, en los dientes, en la lengua, en los labios, la mandíbula, en la nariz… la salida del sonido no será la adecuada y por tanto tampoco lo será nuestra voz.
- La alimentación y la voz: La calidad de los alimentos que ingerimos influye en nuestra digestión y por tanto en los ácidos gástricos que generamos. Estos ácidos producen unos vapores que suben por el esófago llegando a la faringe y a la laringe. Si la digestión es muy pesada, los ácidos son más fuertes y estos pueden dañar la mucosa que protege nuestras cuerdas vocales y que es la encargada de la vibración que produce el sonido. Alimentos que contengan cafeína, azúcares, ácidos, bebidas carbonatadas, mentol, etc. pueden dañar nuestra voz.
Si ya controlas todos estos factores y sigues teniendo una mala calidad vocal, entonces debes acudir al especialista. Hay factores hormonales, congénitos, hereditarios, orgánicos y funcionales que pueden afectar a tus cuerdas vocales produciendo nódulos, pólipos, edemas, parálisis de cuerda vocal, sulcus entre otros. Acude a un otorrinolaringólogo para que realice una exploración de tus cuerdas vocales y una valoración acústica de tu voz. En base a dicha exploración, deberás consultar a un logopeda con experiencia en patología vocal para realizar una buena reeducación de tu voz.