Ansiedad e Inseguridad

Ansiedad e inseguridad

Que es la ansiedad

ansiedad e inseguridad

La última etapa del embarazo fue muy tranquilita en casa. Mi única misión era intentar cuidarme, que vayáis a pensar resultó ser fácil con esto de la ansiedad y la inseguridad por mi maternidad.

Capítulo 18 – Parte III. Yo tengo ansiedad

Fue también por aquellos días cuando dimos por finalizada las sesiones con María, la psicoanalista y su bote de colonia para los masajes metamórficos. Digamos, de una manera diplomática, que de mutuo acuerdo decidimos descansar:

-«¿Qué me subes el precio de la sesión para el año que viene?. Vaya! No sé si podré pagarlo».

De aquí saltamos a un cruce de comentarios a cual más incómodo:

-«Ahora que vas a ser madre juntarás las economías con tu pareja, por lo que tu situación económica será distinta…» – Resolvió ella.

Esto es lo que yo llamo meter la pata a la altura del cuello, por supuesto aquella reflexión basada en suposiciones hizo que me revolviera y que le dijera que estaba metiéndose en un tema que no era de su incumbencia.

Después de aquella sesión, María me recomendó descansar porque lo creía beneficioso dado que entraba en la etapa final del embarazo y yo, sinceramente, abracé la idea encantada.

-«Gracias a María descubrí etapas del pasado de mi vida que estaban conectadas con el presente» – No todas, pero empecé a mover hilos. Hilos conectados a madejas gordas, gordísimas que resultaban ser dañinas. Su comentario llegó en el momento justo, porque tenía que parar y centrar todas mi energías en el nacimiento de mi hija.

A los pocos meses nació mi «Bella Dama».

ansiedad e inseguridad

Con su nacimiento, me volví mucho más competitiva. Afiancé las trincheras y pensé que la solución a mis problemas de ansiedad pasaban por crear una rutina muy firme en torno a mi vida.

-«Pues anda que no tenía yo mujeres a mi alrededor con un patrón de vida que copiar, sería por madres…!»

Viví aquellos días con la inseguridad emocional de ser madre primeriza y con el miedo de que la ansiedad no me permitiera serlo. La maldita coletilla con la que terminamos la mayoría de las frases los que vivimos con ansiedad se atrincheraba por las esquinas de mi vida:

-«… y si algo malo pasa?».

Me costó aprender a enfrentarme a cada nuevo día con la angustia de no saber si era capaz de echar para adelante con todo lo que conllevaba la maternidad y encima con el miedo de tener ansiedad. Pasaban las horas y sólo deseaba que llegara la tarde para que viniera mi pareja, para sentir la «falsa» sensación de seguridad que yo quería me diera.

Ahora sé que estaba equivocada!, todas y cada una de nosotras…

-«Somos capaces de vivir y cuidar de nuestras/os hijas/os aunque no veamos la luz de la curación, sólo basta con intuir que existe una salida. Sólo con eso podemos coger fuerza para salir de la ansiedad!!!».

-«Tenemos mucha fuerza interior, que además estoy convencida es la única que realmente nos ayuda a salvarnos. La sensación de seguridad nos la tenemos que dar nosotras, no cedérsela a nadie». (estamos trabajando en ello…)

Me queda camino, ansiosas optimistas, todavía me encuentro recovecos empedrados de miedo, pero a fecha de hoy me he demostrado que soy capaz de criar, cuidar, mimar y educar a mi hija.

Le doy patadas a la inseguridad:

-«Y si… yo sola… y si cuando hago… y si cuando voy a con ella… y si …»

En estos 6 años de mi Bella Dama, he resuelto todas y cada una de las situaciones vividas con mi hija en las que la ansiedad ha decidido asomar.

Tal vez por eso, cuando mi hija tenía unos 3 años, en mi empresa decidieron hacer un ERE y liberarme de ese peso que me lastraba la vida, porque era el momento de seguir demostrándome lo preparada que estaba para seguir salvándome.

Ahora recuerda que sí se puede salir de ese estado de ansiedad permanente!.



Contacto para la ansiedad


Capítulo 18 – Parte II…
Ansiedad y embarazo
Aprende a salir de la ansiedad
Capítulo 19…
Último ataque de ansiedad

Ansiedad y embarazo

*La omisión de algunas tildes ha sido intencionada

**Existen varios caminos para salir de la ansiedad. «Camino para calmar los síntomas», «Camino para silenciar los pensamientos», «Camino para gestionar el miedo» y «Camino para encontrar el origen de tu ansiedad«. Todos los caminos son válidos, cada uno tiene sus propias terapias o técnicas. Algunas personas consiguen salir tomando sólo uno de estos caminos y otras, como yo, tenemos que recorrerlos todos.

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