Como se vive el sexo con ansiedad

Tras pasar la Fase, donde hubiera estado todo el día pidiendo ayuda (de ahí la analogía con los sistemas informáticos), y la fase de parpadeo, donde alternaba montoncitos de días buenos y malos, apareció la Fase Final, donde sólo había cabida a unos poquitos días malos y un montón de buenos.

Fue liberador llegar a éste último estadio porque los auto-chequeos, los ataques de pánico y las agorafobias desaparecieron casi por completo, sólo quedaban pequeños conatos, que se extinguían fácilmente.

Iban desapareciendo los síntomas de la ansiedad y apareciendo las habilidades. La que más creció fue mi fuerza interior, se estableció una relación directamente proporcional entre los momentos de claridad mental y mi «yo». A mayor número de jornadas buenas, más descubría lo que era capaz de hacer, más energía salía de mi «tandem», más veces utilizaba el: -«NO, GRACIAS!!!» – para despachar lo que no me gustaba.

Esto se reflejó en la práctica del sexo, pero no vayáis a pensar que se activó mi lívido. Tuve un movimiento contrario, porque descubrí que ya no necesitaba hacer uso de excusas cuando no quería. Pasé a las respuestas directas y bruscas, en ocasiones demasiado agrias. Podía haber sido un poco más delicada, pero valga como excusa, mi falta de entrenamiento.

Algo en mi interior intentaba equilibrar la balanza de los últimos años sin saber decir ‘no’:

-«Han sido 8 años a una media de ‘N’ veces por semana, esto hacen un total de ‘M’. Las mismas que ahora voy a decir ‘NO'».

La etapa F3 es la de los descubrimientos, destapar la realidad a la que habías puesto las vendas del miedo:

-«Una relación dañina, una pareja colérica, el egoísmo, la mediocridad, la rutina, el final de algo».

-«¿Y ahora qué?, qué haces cuando ves todo aquello que no querías ver»

Pues ahora es cuando toca mover ficha. Da igual si decides actuar o pasar del sexo, lo importante es que la decisión salga de ti porque con o sin ansiedad, ya tendrás tiempo de rectificar si algo no te gusta…siempre hay tiempo.

Con la Fase final, alcanzamos a tener una visión más clara del escenario. En mi caso, después de tanta hibernación, empiezo a desentumecerme, ahora ya noto que soy propietaria de mis emociones… y con eso, por ahora, basta!. No voy a quebrarme la cabeza con demasiado análisis. Ya iré destapando poco a poco.

Estoy dispuesta a todo lo bueno que está por llegar, me guste o no.

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