Ansiedad y Sexo

Ansiedad y sexualidad

ansiedad y sexo

Voy a presentaros un tema en el que llevo trabajando varias semanas. Es una parcela de mi vida, difícil de compartir porque hablar
de ello me hace sentir vulnerable, por eso el acceso es restringido a confidentes con tarjeta VIP.

Hoy hago jornada de puertas abiertas para compartir algo que no es exclusivo mío: ¿Cómo diantres puedes tener sexo si tu mente está pensando constantemente en superar las crisis de ansiedad? Vamos allá…

De partida, es bastante costoso concentrarse en caricias y besos, cuando las neuronas saltan constantemente a la zona del cerebro regido por la angustia. Cualquier gesto se puede convertir en un pensamiento de fobia:

Mi mente me decía: -«Si me dejo llevar por el deseo me dará un ataque de ansiedad o un ataque al corazón«.

¿Cómo hacerle un hueco al placer si el mero hecho de vivir otro día más, manteniendo la rutina de supervivencia ya supone un desgaste muy grande de energía?.

ansiedad y sexo

Mi mente quería tener el control de la situación: -«Esto es como en otras ocasiones, tengo que dejar la mente en blanco, entrenarla. En cuanto me libere de la ansiedad empezaré a sentirme».

¿Pensáis que la solución está en hacerlo y ya está?. ¿Acaso tenía un problema de deseo por la ansiedad? ¡Cuidado! porque éste tema mezcla muchos hilos, algunos de ellos de una gran delicadeza.

Mi mente dudaba: -«¿Lo voy a hacer porque quiero enfrentarme al miedo y me apetece volver a sentir placer o porque llevo mucho tiempo sin hacerlo y me obligo a ello?»

De pronto, el ejercicio de entrenamiento que siempre os propongo para superar el miedo, ese en el que os tenéis que ir enfrentando poco a poco y cada vez más a lo que os da miedo, se me hacía imposible. Ahora no jugaba sola, había otra persona que me hacía la ecuación más complicada.

Mi mente volvía al ataque: -«¿Y porqué no puedo decirle sencillamente que empiezo pero que no sé hasta donde voy a llegar?»

Fijaros en lo que estaba pasando, no había empezado a sentir las caricias y ya tenía mi mente llena de preocupaciones:

Ansiedad a seguir por si me daba un ataque de corazón.

Ansiedad por romper las estadísticas si no lo hacía ésta semana.

Ansiedad a decir de nuevo que necesitaba más tiempo.

Ansiedad a lo que él pensara.

¡¡Ufff! con lo fácil que me resultaba hacerme el plan de entrenamiento en la agorafobia, ¿porqué me enredaba tanto cuando era sexo? Creo que la respuesta estaba en que a mi ansiedad le añadía los tópicos sociales y los de género. La respuesta fácil hubiera sido la directa, la que sale de dentro, sin tanto adorno:

-«Mira chico! Esto es como cuando me enfrento a otras ataques de ansiedad. No voy a hacer más de lo que mi mente esté dispuesta. Necesito que estés ahí y aunque no me comprendas me respetes. Mi plan de entrenamiento requiere tiempo, ¿estás dispuesto a acompañarme y hacer de esto un juego?»

Ahora escúchate y antes de hacer nada reflexiona EN LO QUE REALMENTE te apetece hacer con tu cuerpo, pensando sólo en ti.

Recuerda que… la ansiedad se cura.

Solicita información vía email o manda whatsapp si quieres hacernos alguna consulta

Contacto Psicóloga Infantil, Adolescentes en Leganes

Contacto Psicóloga Infantil, Adolescentes en Leganés

*La omisión de algunas tildes ha sido intencionada

Reservas:

Referencias/Cortesias: Imagen de wayhomestudio en Freepik