Terapia grupal ansiedad

Terapia grupal ansiedad

Que es la ansiedad

Terapia grupal ansiedad

¿Os habéis ‘achispado’ alguna vez tomando una cervecilla de más? Pues así es como yo me sentía cada vez que salía de la terapia de grupo ansiedad.

Parte V – Capítulo 13

En vez de encontrarme relajada, me notaba con el ‘punto’ de haberme pasado con las cañas de cerveza. El quid de la cuestión, era que no venía de un ambiente de jarana, porque os recuerdo que la última parte del tratamiento para la ansiedad consistía en compartir en voz alta lo que más nos pesaba de cada una de nuestras vidas.

Era jueves por la tarde, había sido día de masaje y trabajo, necesitaba un poco de aire para despejar mi cabeza:

-«Voy a pasear un rato por el barrio me apetece quitarme esta sensación de ‘embotamiento’ que tengo por el tratamiento para la ansiedad. Ciao». – grité al cerrar la verja.

>Terapia grupal ansiedad

En cuanto crucé la puerta y me vi sola en la calle, la mente empezó a chequearme. Esta vez tenía que frenarla, ya me molestaba bastante la sesera como para dejar que la ansiedad me desgastara más:

-«Tengo que ser capaz de dar una vuelta completa al barrio.» -me dije dándome un mensaje positivo.

Pasaba por la segunda manzana, cuando noté el chasquido mental:

-«El lo hizo como creía que lo tenía que hacer….» – mi cerebro mascullaba ideas de mi primera relación – «… es lo mismo que he visto hacer a muchas parejas» – aquella sospecha seguía creciendo -«tal vez… sea yo….. ¿y si lo que hago es repetir lo que hacen otros?».

Tercera manzana y la maquina de mi cerebro, a toda velocidad:

-«¿Y si no supiera hacerlo?».

Me paré en seco, aquello no tenía sentido pero había salido de mi. Sin saberlo, acababa de abrir una puerta donde guardaba recuerdos de una etapa inconclusa de mi vida.

Ya os podéis imaginar lo qué pasó el martes siguiente en la terapia de grupo ansiedad.Cuando me llegó el turno de hablar, solté aquel presentimiento que me quemaba:

-«Creo que he descubierto algo, no sé ni siquiera si es verdad… pero tengo que contarlo en voz alta. Es más una pregunta, no es una idea, es una duda.»

-«¿La quieres compartir? – dijo Luisa,nuestra ‘educadora emocional’.

“Terapia

-«Sí! no me importa.» – tomé aire, y dije con voz más alta y firme: -«y si… ¿no supiera querer?».

Todas se callaron, nadie me contestó… ¿Quién iba a hacerlo? Aquel público de papel cartón sólo me servía de catarsis.

Aquel día, después de terminar la sesión, Luisa me cogió a parte y me dijo:

-«Tienes una capacidad de introspección que deberías de aprovechar. No sé si es innata o aprendida. Te voy a dar el teléfono de una compañera mía, hace psicoterapia junto con masaje metamórfico, se llama María».

Acababa de insuflar más energía, era momento de empezar otra etapa de curación de la ansiedad: la psicoterapia.

Ahora… recuerda que se aprende a salir de la ansiedad.


Capítulo anterior…
Que es una terapia de grupo

Capítulo siguiente…
Terapias grupales

«Algunas tildes han sido omitidas intencionadamente»

Reservas:

Referencias/Cortesias: Imagen de wayhomestudio en Freepik